La mayoría de las personas no le prestan atención a la decoración de este espacio y puede que sea una de las principales razones por las que ya no quieres tener relaciones y te la pasas poniendo pretextos como: estoy cansada, tengo sueño.
Es un hecho que la decoración de tu casa refleja tu personalidad y tu estilo de vida. Esto se nota desde los colores que elegimos, el tipo de muebles que compramos, el tono de la iluminación y qué tan cálida o fría es tu hogar. Es sabido que si tenemos felicidad y alegría en nuestra vida lo reflejamos en el espacio que habitamos: es obvio que en una casa acogedora nos sentiremos mucho mejor que si vivimos en una que parece congelador. Todos estos elementos entran en juego para ayudarnos a tener un mejor desempeño en el trabajo y –aunque no lo creas– para mejorar la relación con nuestra pareja.
El ser humano por naturaleza está diseñado para demostrar sus emociones y reflejar sus sentimientos. Por lo tanto, si pasamos nuestros días en un ambiente gris y poco acogedor, estamos enviando un mensaje de ser apáticos, incluso para nuestra vida sexual. ¿Te has puesto a pensar que tal vez la decoración de tu hogar o de tu habitación está afectando tu sexualidad? La mayoría de las personas no le prestan atención a esto y puede que sea una de las principales razones por las que ya no quieres tener sexo y te la pasas poniendo pretextos como: “estoy cansada” u “hoy tengo mucho sueño” .
Pero antes de echarle la culpa a tu pareja y pelearse por estas cosas, analiza bien la decoración de tu hogar, y sobre todo la de tu habitación. Aquí te damos 5 consejos para cambiar la decoración de tu recámara que seguro te ayudarán a aumentar tu vida sexual y mejorar la relación con tu pareja.
1. Ten orden
Para que tu habitación luzca bien siempre debe estar ordenada. Si tienes el closet dentro de tu recámara, entonces procura que tu ropa, zapatos y accesorios estén ordenados. En la medida de lo posible, procura no tener tantos adornos o saturar tu recámara de cosas: aunque no lo creas esto ayuda a tu mente a estar más tranquila y relajada. Evita a toda costa la televisión dentro de tu recámara. Sí… es delicioso quedarte dormida viendo la tele, pero toma en cuenta que si tu novio prefiere ver el fútbol o una película que tener sexo contigo, entonces estás frente a un grave problema y es momento de botar a este aparato del cuarto.
2. Evita los espejos
¿A qué mujer no le gusta ver su reflejo en el espejo? Todas somos vanidosas por naturaleza y sí, podemos pasar horas admirándonos frente al espejo. Pero si se trata de tu recámara, lo ideal es que los coloques indirectamente o sino, de plano tenerlos en otro espacio de la casa. Podrías pensar que los espejos en el plafón son la mejor opción, pero no es así. Claro que pueden ser útiles al momento de estar con tu pareja, pero al mismo tiempo pueden ser una distracción. Recuerda que no estamos en el set de una película porno ni en el cuarto de un hotel de amor –como ahora le llaman– ¡Estás en tu recámara!
3. Utiliza colores cálidos
Las habitaciones que tienen todos los muros pintados en color blanco son demasiado frías y definitivamente esto es justo lo que quieres evitar, ya que a nadie le gusta tener sexo en una recámara donde te estás congelando (aunque sea mentalmente). Puedes agregarle textura a un muro, también puedes pintar uno o dos de un tono más cálido, ya sea un color crema, café o tonos tierra. Incluso puedes pintar un muro de un tono más oscuro y dejar el resto en tonos claros para contrastar.
En las cortinas (que son básicas en cualquier habitación de tu casa, pues uno nunca sabe qué recorrido emprenderá con su pareja) procura utilizar tonos blancos o crema; y en los edredones y sábanas puedes combinar tonos claros con algo de gris o café.
4. Adiós fotos
La época en la que tenías la foto de tu mamá, de tu abuelita o de tu sobrino en el buró quedó en el pasado. Si estás tratando de mejorar tu vida sexual, entonces lo primero que debes sacar de tu habitación son las fotos de tus familiares, incluso las de tus amigos. Seguramente lucirán mejor en la sala o en alguna otra habitación de tu casa. ¡En tu recámara están prohibidas!
5. Cama limpia
Nadie en su sano juicio quiere acostarse y mucho menos tener relaciones en una cama que está sin hacer, que tiene un pésimo colchón o peor aún, que huele mal o que tiene las sábanas sucias. Lo ideal es que compres un juego de sábanas y cobertor bonito, nada de prints o dibujos extraños sino algo liso, recuerda que ya no eres una niña. Procura no tener demasiadas cosas debajo de tu cama que puedan estorbar o hacer que tu pareja tropiece al pararse.