Luiz Inácio Lula da Silva
A los siete años de edad, Luiz Inácio Lula da Silva, se trasladó con su familia a Santos (SP), para escapar de la selva virgen de Pernambuco miseria. Cuatro años después, en 1956, se fue a la capital del estado de Sao Paulo. Allí, como un niño, él trabajó como un vendedor, limpieza de zapatos y la oficina muchacho que viaja. A los 15 años se convirtió en aprendiz de maquinista.
En 1970, después de perder el primer hijo de su mujer embarazada, Lula comenzó a dedicarse intensamente a la actividad sindical. En 1973, se casó con Marisa, su actual esposa. En 1975, se convirtió en presidente de la Unión de Trabajadores Metalúrgicos de São Bernardo do Campo y Diadema. Se llevó la primera huelga del ABC de los trabajadores en 1978, durante el régimen militar.
En 1980, aliado con los líderes sindicales y otros intelectuales para fundar el PT (Partido de los Trabajadores), de la que fue presidente. Al año siguiente, se llevó otra huelga de trabajadores del metal, fue arrestado y tuvo su mandato unión sometido a juicio político. Él participó en la fundación CUT (Central de los Trabajadores) y en junio de 1983 fue parte de los pro-elección directa no partidistas frente a la presidencia con los gobernadores de San Pablo, Franco Montoro (PMDB), y Río de Janeiro, Leonel Brizola (PDT).
Lula fue elegido en 1986, el Congresista constituyente con la votación más alta en el país. El candidato a la presidencia en 1989, cuando fue derrotado en la segunda vuelta de Fernando Collor de Mello, y en 1994 y 1998, cuando fue derrotado por Fernando Henrique Cardoso.
En 1995, dejó la presidencia del PT y se convirtió en presidente de honor de la fiesta. En 2002 fue elegido presidente de Brasil, con la votación nominal de 50 millones de votos. Reelegido en 2006, ganando en la segunda ronda, el candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Geraldo Alckmin.
Como presidente, la gestión de Lula ha seguido la política económica de su predecesor, logrando que puso al país en el camino del desarrollo económico. Lula también ha sorprendido a los observadores de la escena política para poder mantener los índices de aprobación y popularidad alta, está despegando, las acusaciones de corrupción que han llegado a sus colaboradores más cercanos en primer término.